Nunca llega el nunca jamás

Espero en la silla sentada a que caiga mi sentencia, a que el verdugo venga a buscarme y me lleve ante mi destino. Lágrimas de sangre recorren mi rostro por el dolor infligido.
Siento que mi corazon se desgarra lentamente, que sangra en su concavidad oscura dentro de mi pecho casi inerte, siento que mis extremidades, aunque flácidas y sin fuerzas que luchan por recobrar la entereza que antaño tenían.

Muero al pensar que todo ha acabado. Que todo cuanto soy, que todo cuanto fui cuando estuve contigo solo fue una ilusion pasajera. Que lo que decias o demostrabas o creía yo que me demostrabas solo eran las ilusiones de una loca soñadora por la verdadera amistad, por el dar sin preguntar, por el recibir sin medir lo que se recibe. Todo fue una ilusión de mi mente y de mi corazón.

Sentir que todo eso ha finalizado, me mata. Es más fuerte que cualquier soga o cualquier afilado cuchillo mordiendo mi piel. Saber y reconocer que era algo que ya sabía, pero que luche con todas mis fuerzas contra ello. Reconocer mi error, también acaba conmigo. Sabía que esto iba a pasar tarde o temprano, aunque luchaba como podía para que fuera más tarde que temprano, pero todo en esta vida se acaba, y lo nuestro tambien. Me dolía reconocer que alguna vez dude de tí, pero te prometo que no sin motivos. Eso me hacía aun más daño.

Ahora las lagrimas no me dejan ver el camino. Sigo al verdugo, buscando mi final. Espero que sea rápido, pues más dolor no sere capaz de aguantar y dudo de mi fotaleza esta vez.

Se que no aguantare y que esta vez no tendre tu mano para sujetarme, dudo que alguna vez la tuviera, pero me hacía fuerte el pensar que si.

Debo decir adios, aunque no sabes cuanto me duele. Siento como algo dentro de mi se desgarra lentamente, se hace trizas en mi pecho y hace que mi dolor aumente, pero ya veo luz al final del pasillo, mi verdugo sonrie, el muy cabrón, llevaba años esperandome y ahora va a regodearse. Bien, sonrie, que aun en mi ultimo segundo de aliento, estare con la cabeza levantada y sonriedon, con mi ceja alzada provocandote para morir dignamente luchando.