La Orden de Spence
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 Tres mundos

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Chiara
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MensajeTema: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeMiér Sep 03, 2008 9:30 pm

Hola bueno, mis amigas y yo estamos haciendo una novela, donde cada una es un personaje, nos gustaria saber k os parece, debo decir k no va exactamente d lo que pone, pero es el primer capitulo por lo que no se puede contar todo. Espero k os guste, esta escrito x mi!
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Chiara
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeMiér Sep 03, 2008 9:33 pm

[b]Capítulo 1: Bandos

Me había costado mucho trabajo dormirme, y cuando por fin lo conseguí, volví a tener esa pesadilla.
“Estaba en la casa de campo de mi amiga Eva, Lara y yo habíamos ido a pasar unos días de vacaciones.
La casa tenía dos pisos, era grande y de color veis, en su patio trasero se podía divisar una piscina y unos establos. A mí siempre me han encantado los caballos pero esta vez era peligroso que montara. Aún así, después de la insistencia de Lara, accedí a montar.
Era un día radiante, y se podía oír a todos los animales que habían salido al sol a disfrutar del verano. Había una suave brisa y yo me alejé un poco de mis amigas para disfrutar de la tranquilidad que reinaba en el ambiente. Estaba pasando al lado de un arbusto y al fijarme, algo se movía dentro de él. De repente notaba una especie de fuerza que me recorría todo el cuerpo impidiéndome respirar, quería gritar, pero el pánico que sentía me lo impedía. Cuando ya creía que iba a ser mi último día, esa fuerza desaparecía y oía los gritos de mis amigas que al parecer me había alejado demasiado. Me estaba girando para decirlas que no se preocuparan, cuando apareció otra vez la fuerza pero esta vez, mucho más fuerte y lo más extraño es que sabía de quién o de qué procedía, mi subconsciente me decía que a mi lado había un vampiro pero yo me negaba a creerlo. No me dio tiempo a pensarlo, al momento siguiente estaba en suelo inconsciente y todo se había vuelto oscuro.”

Me desperté sobresaltada, llevaba toda la semana soñando lo mismo y lo peor es que sabía perfectamente a que se refería. Pero no quería pensar en eso, me encaminé al baño a lavarme la cara para despejarme. Entré con cuidado de no hacer ruido y me miré en el espejo.
Todo mi pelo negro estaba revuelto tapándome mis ojos verde anaranjados, soy pálida y en ese momento recién levantada aún más.
Yo me defino como una chica normal que casi siempre ha tenido suerte, aunque desde hace un tiempo esa definición se podría cambiar. Y encima estaba en mi pueblo, una casa en medio de la montaña donde lo único que puedo hacer es pensar y eso, en mi caso, no es muy bueno.

Un grito procedente de mi madre me hizo volver a la realidad. Salí precipitadamente del baño y bajé corriendo las escaleras. Al entrar en el dormitorio de mis padres no se oía nada, parecía que el grito había sido fruto de mi imaginación. Para asegurarme, me acerqué a mi madre y la llamé para que despertara pero no hubo respuesta por su parte. Busqué su pulso mientras toda clase de malos pensamientos rondaban por mi cabeza. Mi corazón se olvido de latir un instante luego crucé la cama para llamar a mi padre. Pero el tampoco respiraba. Caí de rodillas al pie de su cama y empecé a llorar.
Tenía tantos recuerdos suyos… Me acordaba perfectamente de sus preocupaciones por cualquier cosa que pudiera pasarme..., lo triste que se ponía mi madre cada vez que mi padre y yo discutíamos. Mi padre… podíamos enfadarnos dos veces al día pero al final todo se arreglaba. Creo que no podíamos estar un día sin hablarnos. Sabían perfectamente como consolarme y ayudarme aunque si hacía algo malo mas vale que corriera. Pero aún así hay un recuerdo que nunca pero nunca se me olvidara, me apoyaron… aunque ahora no sirve de nada. Ya no están. Esas tres palabras se me clavaron en el alma. Entonces mi mente me atormento con un millar de preguntas:
¿Por qué había pasado esto? ¿Quién se lo había hecho? ¿Dónde estaba ahora el asesino? ¿Me mataría a mí también? ¿Por qué tenía que perder a tanta gente querida en tan poco tiempo? ¿Sería culpa mía? ¡¿Por qué la muerte me persigue?!
Tenía que llamar a una ambulancia. Ahora el problema estaba en que seguía en medio de la montaña y para llegar aquí la ambulancia tendía que pasar un camino de baches, piedras…Así que escogí la segunda opción que había en mi cabeza, que consistía en llamar a una amiga y desahogarme. Volví a mi habitación pero con una súbita sospecha regresé al dormitorio de mis padres, ya con el móvil en la mano. Con los ojos llorosos, marqué el número de Lara. Pero algo gélido me agarro la muñeca. Con un estruendo, el móvil impactó contra el suelo. Me había quedado petrificada. La fuerza había vuelto. Y con muchísima intensidad. Otra vez me sentía apunto de estallar, grité con todas mis fuerzas, pataleé, lloré pero todo fue en vano. Entonces me percaté de la presencia que seguía a mi lado. Levanté la cabeza, y allí estaba la causante de mi dolor.
Una mujer pálida, con unos ojos tan rojos que podrían congelar la sangre, todo esto rematado con un pelo negro que parecía hecho de las mismas cenizas. Estaba vestida de cuero con una capa negra. Fría como el hielo, pero bella.
Sus ojos rojos penetraron en los míos, consiguiendo que me retorciera de angustia, pánico, terror…
Aunque no quisiera reconocerlo, sabía que era un vampiro y de los importantes. Pero como me parecía absurdo pregunté.
-¿Quién eres?
Ella me miró de arriba abajo mientras en su cara iba apareciendo una mueca de asco. Me rodeó y después se adentró en el salón. Me arrastré hasta allí, al parecer la fuerza iba remitiendo. Todo estaba muy oscuro pero pude ver que se encontraba en la ventana, al lado del televisor, en frente de nuestro sofá rojo, y que una sonrisa surcaba su rostro de mármol.
-¿Qué quién soy? Creía que ya lo sabrías y si no por qué estas en el suelo arrodillada ante mí retorciéndote de dolor- dijo despacio, haciéndome sentir inútil.

Me cogí al reposabrazos del sofá para impulsarme hacia arriba. Elena no se arrodillaba ante nadie y menos ante una persona que provocaba eso en su ser.
-¿Elena te llaman, verdad? Aunque tu verdadero nombre es Chiara.
¿Chiara? Eso significaba clara, luz. ¿Por qué me había dicho eso?
-Mi nombre es Elena- respondí desafiante- mi nombre era ese ¿no? Era todo tan raro que ya no me extrañaba que tuviera otro nombre.
-¿Sabes por qué estoy aquí?
-Has matado a mis padres, has destrozado mi vida… ¿a matarme a mí?
-Eres lista pero no tanto como esperaba, no he venido a matarte, sólo a secuestrarte- contestó tan tranquilamente.
¿Secuestrarme? Aunque no fuera un vampiro, estaba claro que esta mujer era muy peligrosa. Por un momento pensé que todo era una de mis pesadillas. Con cada palabra que pronunciaba, estaba más confusa. Si era una pesadilla quería despertarme ya. Me pellizqué el brazo y cerré los ojos pero cuando los volví a abrir seguía en el salón. Esto no me podía estar pasando a mí. Tendría que probar a echarme un cubo de agua…
Su voz interrumpió mis pensamientos.
-Antes me preguntaste quién era, dímelo tú.- susurró en mi oído. Un escalofrío me recorrió el cuerpo, se había acercado mucho y yo no me había dado cuenta. Estaba detrás de mí pero nada se oía por su parte, mi respiración entrecortada lo llenaba todo. Me intenté tranquilizar, apartando la fuerza que llenaba mi mente, pero ahora era tan escasa que no me costó demasiado. Luego para mi propia sorpresa hablé.
-Eres Nirtah, reina de los vampiros, esposa de Seft, madre de Imárias y de Yhau.- no tenía ni idea de lo que había dicho, pero en el fondo, era lo que mi corazón me decía.

-Al parecer no nos equivocamos y tú eres Chiara.-dijo, en su voz sonaba el triunfo que sentía por dentro y me pareció raro notarlo ya que dudaba que pudiera tener cualquier clase de sentimientos.-Esos estúpidos chuchos no vendrán hasta dentro de un tiempo, así que creo que podemos hablar un rato- me asusté, su voz era malévola.- ¿Sabes para qué te queremos? Por supuesto que no. Pero te lo voy a contar. Nuestro dios Rakias te creo y te mandó a la Tierra para que nosotros usáramos tu sangre para hacernos poderosos y vencer a las criaturas de Mirae, deberías estar contenta, eres algo importante. Pero esos malditos perros, te encubrieron y muy bien. Nosotros somos más listos, por eso hoy yo estoy aquí y ellos a saber dónde. Lo único que no comprendemos es el significado de tus amigas, Nadja y Selena o como tu las llamas, Eva y Lara.- Eva, Lara. Ellas también estaban metidas en esto. No tenía ni idea de quién era Rakias, ni Mirae. Pero estaba claro que mis mejores amigas corrían peligro- Una debe ser la esencia de Rai, pero la otra…Son importantes, eso seguro, por eso te gustara saber que también las secuestraremos a ellas. Aunque si no encontramos nada especial, las mataremos- ¿qué me gustara saber? Mis dos mejores amigas muertas. Nunca. Nunca. Había perdido a demasiada gente.- Mi hijo Imárias irá a por… Selena… o Lara, como se llame. No te preocupes, puede que juegue pero como máximo le quitara un brazo o dos y un poco de sangre pero nada más. Y a por Nadja irá Jasper-completó su discurso con esa sonrisa tan horripilante, pensaba coger un cuchillo y matarla, a ver si se acababa la pesadilla, y si no, a por el cubo de agua.
Me estaba volviendo loca. Seguro que al día siguiente amanecería en un psiquiátrico.

Hemos hablado demasiado-prosiguió extrañamente nerviosa mientras me subía a su espalda dispuesta a saltar por la ventana.
Estaba intentando coger el cuchillo cuando unos bultos entraron por la puerta. Tuve que cerrar los ojos porque un destello de luz casi me ciega. Cuando los abrí, Nirtah estaba enseñando los colmillos, y pude ver que la luz provenía de los ojos de cuatro grandes lobos, dos eran castaños, otro negro y el otro era ¿azul?
Dos luchas comenzaron ese mismo instante. Una tenía lugar en el salón de mi casa. Y la otra en mi interior. Al llegar los lobos, una gran paz me inundo. Y ahora que la otra fuerza había vuelto, las dos luchaban en mi alma.
Un grito desgarrador proveniente de Nirtah hizo que me fijara en la primera. Ahora solo estaban los lobos pero en mi cabeza sonó una voz helada: Pensaba llevarte por las buenas pero ahora que descubrirás la verdad será imposible. Si no consigo mi propósito, te tendré que matar y te juró que lo haré. Igual que asusté a tu caballo.
Entonces pensé en lo del caballo, en mis padres… y la ira me invadió. Yo no podía haber sido creada para ayudarla.
No podía ser. ¿Qué verdad tenía que descubrir? ¿Una aún peor? Entonces me percaté de los lobos. Me puse en posición defensiva. Había echo un poco de judo. Claro que me había quitado al primer día…
Uno de ellos se convirtió en persona y se acercó a mí. Me iba a desmayar…
-No temas, ha sido todo muy duro, ahora tienes que descansar- susurró en mi oído con una voz tan dulce, tan…cálida. Lo último que vi antes de caer en un profundo sueño fue unos grandes y maravillosos ojos verdes.
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeMiér Sep 03, 2008 9:36 pm

Me revolví en la cama, estaba intentando desterrar de mi mente una nueva pesadilla, con vampiros y licántropos.

La sábana que me protegía del frío era de suave algodón, estaba comodísima y no me quería levantar. Pensé en que momento mi madre había cambiado la cama.
Ahora me acordaba de otra parte de la pesadilla, mis padres muertos. Qué mal lo pasé. No quiero que lo soñado me ocurra nunca. Justo en ese momento un olor a flores y el ruido del agua me envolvió. Decidí abrir los ojos y qué sorpresa la mía cuando comprobé que no era mi habitación. Salté de la cama y fui a la terraza, que estaba abierta.
El cálido verano me acogió. La vista era espectacular. Un paseo de rosas llegaba a una fuente con bancos a su alrededor. Al lado millones de flores miraban a la luna. Más lejos se alzaba un bosque, cuyo fin era imposible de encontrar.
¿Pero qué lugar era este? La duda de si el sueño era verdad me atenazo el alma. Entonces recordé todos los detalles, hasta los ojos verdes del chico-lobo. No quería creérmelo pero sabía que era verdad, algo me lo decía. Pensé en escapar pero ¿adónde iría?
Necesitaba aclarar mis ideas, bajé hasta el paseo y la fuente, y me senté en uno de los bancos. Si todo era verdad y mis padres habían muerto ¿qué haría ahora? ¿A qué verdad se había referido Nirtah? Dijo que los vampiros buscarían a mis amigas. A lo mejor ellas también estaban allí. Me acurruqué sobre mi misma. Recordé a una persona muy importante en mi vida ¿qué pasaría con ella?
Una mano en mi hombre me sobresaltó. Alguien se había sentado a mi lado. Era el chico de los ojos verdes. Nuestras miradas se cruzaron un momento en el que pude apreciar que su iris se dividía en miles de partes y cada una tenía un tono diferente de verde. Me quería sumergir en ellos pero en cambio aparté la vista.
Ahora estaba segura que el sueño era real, mi corazón sentía la misma paz que cuando ellos entraron en mi casa.

Ninguno pronunciaba palabra, pero tampoco era necesario porque el ambiente lo llenaba todo. Miré discretamente a mi acompañante. Calculo que tiene unos dieciocho años, como yo. Y que es realmente guapo. Las medidas perfectas, el pelo castaño oscuro cortado a capas, los ojos…

-Me llamo Lainze- comentó, cosa que hizo que despertara de mi ensoñación- ¿Prefieres llamarte Chiara o Elena?-Se ve que no sabía de que hablar y también que mi nombre no era un asunto de máximo secreto.
-¿Mi vida va a volver a la normalidad?-pregunté en cambio.
-Lo siento, pero no creo que pueda ser- dijo con tono solemne.
-Entonces, llámame Chiara.
-Chiara ¿sabes por qué estas aquí?
-Nirtah me contó algo acerca de que tenía que ayudarla, yo y… mi sangre.
-No creas nada de lo que ella te diga. Todo será mentira-su voz cálida se había vuelto triste, había un dolor muy intenso en su corazón, pero preferí no comentarlo.
-¿Cuál es la verdad?
Me cogió de las manos y me relató una historia de lo más asombrosa.
-Mirae es la diosa de la luz y Rakias, de la oscuridad.
Al principio de los tiempos, Rakias envió a sus hijos los vampiros, para que sembraran la oscuridad. Y Mirae para contraatacar, nos envió a nosotros, los licántropos. Hace tiempo recibimos un mensaje que nos decía que buscáramos a las tres hijas de la luz, que ellas nos ayudarán a matar a los vampiros y destruir la oscuridad. Tú eres una de ellas- me quedé muda de asombro, por lo menos ahora tenía que matar a Nirtah y no ayudarla. Matar, no me gusta esa palabra.- No sabemos que razones tienen los vampiros para querer secuestrarte. Pero lo averiguaremos, no te preocupes.

-Quiero hacerte una pregunta ¿las otras dos hijas de la luz son Eva y Lara?-pregunté sin saber que sentir. Por una parte estaba el hecho de que ellas sufrieran y por el otro estar con alguien querido.
-Ah, sí, tus amigas…

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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeMiér Sep 03, 2008 9:38 pm

este es el primer capítulo de Chiara, luego vienen Selena y a Nadja, es el primer libro, ya que se trata de una triologia
La hemos llamado Tres mundos! Esperamos k os guste! La verdad esk debo admitir k al principio era una mezcla entre Idhún, La Orden y Crepúsculo, pero la hemos cambiado tanta k hemos conseguido una novela totalmente diferente y quién sabe puede k dentro de años veamos en las librerias el libro... por soñar no pasa nada Wink Por favor si veis algo k no encaja o k no esta bn decidnoslo, k aceptamos consejos con los brazos abiertos Very Happy
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeJue Sep 11, 2008 1:17 pm

Bueno, yo soy la encargada de los capitulos de Selena, espero que os guste (me lo he currao)!!

Selena 1º Capitulo: El Asesino

Era un día oscuro y electrizante. Estaba mirando por la ventana de mi diminuto cuarto, preguntándome de nuevo el porqué de mi existencia, como tantas otras veces. Mi vida era un fracaso, solo tenía a Elena y a Eva, y la última estaba encerrada en un internado para niñas pijas a 500 kilometros de aquí. En mi casa solo mi hermano se preocupaba por mí. Mi padre y mi madre trabajaban mucho, pero cuando no estaban en el trabajo, estaban en el casino o en el bar, jugando y bebiendo, malgastando el poco dinero que teniamos para vivir, en burdas diversiones insanas. Había aprendido a cuidardarme sola, sobre todo ahora que mi hermano debía ponerse a trabajar para impedir que nos embargaran la pequeña casa medio en ruinas, en la periferia de una ciudad de Madrid. No sabía que iba a ser de mí desde que me dijeron que la familia estaba en numeros rojos, desde hacía tiempo. Todos mis sueños rotos, los pocos que me quedaban. No quería pensar en como ni en donde podría acabar. Por entonces había conseguido un puesto como bibliotecaria en la biblioteca más insignificante de toda la ciudad, a ocho quilometros de mi casa. Aunque me gustaran mucho los libros he de decir que era el trabajo más aburrido de la historia. A mi lo que me apasionaba era cantar, expresar con la voz los sentientos más ocultos y danzar con las notas en un baile sin retorno en el que el alma es la guia de los sueños. Me encantaba cantar y bailar, aunque no se me daba demasiado bien.

Fuí a la cocina a tomarme algo para el dolor de cabeza, pero no encontré nada, solo una botella de ron medio vacía, mal escondida en el cajón de las "medicinas". ¡Cuándo volviera mi madre me iba a oír!, ¡Otra vez escondiendo alcohol en casa!. Aunque sabía que no podría hablar con ella hasta el fin de semana y para entonces tendría resaca, como siempre. Me acerque hacia el salón para encender la tele. Sé que no es lo más recomendable cuando te arde la frente y un sudor frío te recorre entera, pero el aburrimiento te vuelve poco menos que loca. En los pocos canales que se podían ver (la antena estaba medio rota y no captaba bien las señales), había publicidad e informativos. Tan solo llegué a enterarme de que había desaparecido una diminuta isla del mar del caribe. Según decian llevaba años tragada por el mar, pero tan solo en ese momento el gobierno de la región habían decidido constatar el hecho. Decían tambien que había desaparecido una familia entera, que tenían alli una casa. Nada interesante para mi.

Volví a la habitación arrastrando los pies, ¡me iba a estallar la cabeza!. Me tiré encima de la cama, me encogí sobre mí misma y esperé hasta que el sueño se apoderara de mi y me llevara a nuevos lugares lejos de aquella casa, donde la soledad y el tiempo pronto la consumirian por completo.

Soñé con un mundo fantástico, un mundo que conocía, a pesar de no haber estado nunca allí. Había unos preciosos dragones, algunos negros con detalles dorados y otros perlinos con toques morados, algunas razas parecidas a los humanos de La Tierra, hadas, centauros bellísimos... Pero también había unas inquietantes criaturas nuevas, a las que nunca había visto antes, con alas de un color indefinido: las puntas membranosas eran negras y el color iba clareandose gradualmente hasta el cuerpo, que era horrible, como si se lo hubieran quemado. Aparte de eso, todo era precioso, las hadas revoloteaban libres en los inmensos bosques, las olas de espuma dorada al sol, rompian en los acantilados de cristal, la lava hablaba con los habitantes del fuego en susurros llameantes y encendidos. Ese mundo estaba dividido en varias tierras: la desertica, la de fuego, la eléctrica... Pero de repente sentía como algo me succionaba y me llevaba lejos muy, muy lejos. Todo se volvía oscuro y era incapaz de ver ni sentir nada, excepto el dolor, una agonía indescriptible. Cuando vuelvo a estar en algún lugar, estoy encerrada en un cuerpo humano, que a duras penas es capaz de contenerme.

Me desperté sobresaltada, tanto que me caí de la cama. Me quedé allí, en el suelo, quieta, intentando volver a respirar a un ritmo normal. Antes de que pudiera recuperarme me llevé otro susto. Pero esta vez solo era mi movil sonando, con el nuevo tono heavy metal que le había puesto. Entre gritos y acordes, pude ver que Elena estaba intentando contactar conmigo. Pero no pude contestar, se me acabó la batería. Me sentia totalmente liviana y delicada, aquel sueño había sido realmente vivido y tenia las ideas nubladas con la suave brisa de la Cuidad de la Frontera - Szag. Aunque no tenía ni la remota idea de que acababa de pensar, supe que había estado allí.

Miré a mi alrededor: no tenía ni idea de la hora, aunque debía de ser muy tarde, ya que era noche cerrada. Las escasas estrellas que se veian desde mi cuarto, brillaban muy suavemente, como temiendo que su luz las delatara. La luna se alzaba alta y esplendorosa ante mi. Siempre me había encantado la luna, desde pequeña me atrajo su agradable luz y su misterioso encanto. Al levantarme noté que me había hecho daño en el codo y fuí al baño a echarme agua en la herida. Estaba tan fuera de lugar que ni me acordaba de donde estaba el baño. Tenía la mente en aquel extraño mundo que ya conocía, no sabía como.

Al notar el frescor del agua, el dolor disminuyó. Sonreí, ya tenía sufucientes problemas como para añadir un codo herido a la lista. Estaba cerrando el grifo, cuando lo sentí.

Algo se aferraba a mi nuca, algo muy frío que me impedia respirar, intenté gritar, pero se clavó aún más alrededor de mi cuello. Me estaba asfixiando, sabía que no aguantaría mucho más, pero con un último esfuerzo abrí los ojos, para poder ver a mi atacante en el reflejo del espejo. Y ahí estaba yo: una chica sencilla con casi dieciocho años de pelo liso, castaño y largo, que me cubría toda la espalda hasta más abajo de la cadera. Mis ojos azules verdosos claros, más abiertos que nunca por el miedo, rodeados de unas largas y espesas pestañas y enmarcados por unas finas cejas. Una nariz delgada, por la que apenas podía respirar y mis finos, pero carnosos labios. Mi semblante más palido que nunca y mi boca torcida en una mueca de dolor. Mas a mi lado... ¡no había nada!, ni detras mía, ni en mi cuello, ¡nada!. ¡Pero eso era imposible!, algo estaba estrangulandome, ¡no podía estar alucinando!. Intenté darme la vuelta, pero fué demasiado tarde. Mi ultima bocanada de aire antes de caer al suelo inconsciente y pálida como un muerto, me quemo toda la garganta y me taponó los sentidos, haciendo que mi corazón dejara de latir en un interminable y angustioso instante, mientras mi atacante se movía a mi lado con una rapidez inhumana y me ataba la muñecas y los tobillos fuertemente.
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeJue Sep 11, 2008 1:18 pm

Un poderoso golpe, en el estomago, me hizo volver en si. Abrí los ojos lo más rapido que pude, pero solo llegué a ver una sombra que se dirigía hacia alguna de las habitaciones. El pánico empezó a latir furiosamente dentro de mí (al igual que el dolor). Si era de noche... ¿Habrían vuelto ya mis padres?. Al menos estaba segura de que mi hermano no iba a pasarse por casa esa noche y quizás no viniera en toda la semana.

Intenté concentrarme en encontrar alguna manera de huir o al menos desatarme. Eso no era fácil estando tumbada en el sofá, retorciendome de dolor y sabiendo que yo nunca había sido demasiado flexible. Miré a todas partes intentando buscar cualquier cosa que me diera una idea para salir de allí, una puerta abierta hacia la libertad, un nudo aflojado por la mala calidad de la cuerda... Pero había muy poca iluminación, solo unas velas que daban una luz siniestra y los muebles estaban tapados, apenas conseguía distinguir mis manos de mi cuerpo. No podía hacer nada.

Sin darme apenas cuenta, aquella sombra estaba de nuevo en el salón de espaldas a mí, al lado de unos bultos inertes, que por suerte respiraban, pero que por desgracia... eran mis padres. Con un movimiento de sus manos, las llamas de las velas brotaron mas furiosamente, con un sordo crepitar. Respiré hondo varias veces, me serené todo lo que pude para intentar reprimir las lágrimas y el pánico. No sirvió de mucho, pero aún sirvió de menos cuando la sombra se levantó todavía de espaldas y preguntó:

- ¿Qué has visto Selena? .- Tardé un rato en darme cuenta que se referia a mi. Yo no me llamaba Selena, sino Lara. Pero me sorprendio aun mas su voz. Su fría, grave y... terriblemente masculina voz.

- Yo... no...- No podía hablar apenas, tenía la garganta seca- no sé... a que te... refieres.- Cosa que era normal si ni siquiera me llamaba por mi nombre.

Casi antes de que pudiera terminar de hablar, él sacó una daga de su manga, que brilló amenazadoramente en su mano, segundos antes de hundirse en el cuerpo de mi madre. Ella despertó de golpe y miró con un profundo miedo a el atacante. Se dirigieron una larga mirada. Luego bajó lentamente la dirección hacia la que miraban sus ojos, hasta ver la daga anclada en su pecho y la sangre brotando a borbotones de la herida. Nunca podré describir la expresión de su cara en aquel momento. Cuando quiso reaccionar, ya no había nada que hacer, cerró los ojos desviando la cabeza en otra dirección, inspiró lentamente y nunca más volvió a respirar.

Yo no podía hablar, no podía moverme, lo único que hacía era llorar, gritar, insultar... Aunque no fuera a servir de nada. La había perdido para siempre. Ya no volvería a charlar con ella las noches de verano junto a la hoguera, ya no le enseñaría todo lo que había aprendido, ya nadie volvería a cantar, llenando la casa de felicidad incluso en los momentos más tristes, ya nadie volvería a ayudarme en problemas que nadie más sabía solucionar, ¿Quién me diria que tubiera cuidado por la calle, no hablara con desconocidos, que ordenara mi cuarto, me cepillara los dientes si no ella? ¿Quién vendria de madrugada a mi cuarto, sabiendo que no podria volver a dormir en toda la noche, por que tenia pesadillas? ¿Quién volvería a soportarme en mis momentos malos, cuando hasta mis amigas huyen de mi?... nadie podría llenar su hueco en mí, nadie. Aunque en los últimos años no hubiera hablado con ella demasiado, la iba a echar muchísimo de menos.

Con la mirada cargada de furia, le miré, pero él seguía sin dignarse siquiera a darse la vuelta, incluso atisbé una sonrisa torcida. Intenté calmarme un poco y dejar de llorar, pero no había forma.

- Eres... un maldito monstruo. ¡Tú no tienes alma!.- Dije con una voz que intimidaría a cualquiera que se precie, pero que a él no pareció afectar.

- Cierto, yo no tengo alma. Quizá por eso deberías tener más cuidado con lo que dices, si no quieres salir mal parada.- aunque habló en un frío susurro noté que se estaba controlando para no hacer algo. Algo que deseaba con mucha fuerza.

Me alegre de que sufriera, aunque no por mucho tiempo. Rápido y silencioso como el viento, cogió a mi padre del cuello con una sola mano y lo levantó del suelo. Mi padre se había despertado ya y miraba con los ojos desorbitados al asesino, me pareció que iba a suplicar por su vida, pero no tuvo tiempo. El asesino lo empezó a estrangular en el aire, ya que era mucho más alto que él. Se oyeron un par de crujidos y con un sonido hueco, que me estremeció el alma, la cabeza de mi padre dejó de estar tan unida al resto de su cuerpo. El asesino lo empotró contra la vitrina y cientos de cristales se clavaron en el cuerpo, ya sin vida, de mi padre.

Sentí la bilis en la garganta y me contuve para no vomitar. Aunque aquel hombre al que llamaba padre, en realidad era mi padrastro desde hacía algunos años y por tanto no lo conocía demasiado, le tenía un cariño enorme. Por eso le llamaba siempre papa, no importaba si tenía problemas con el juego o no, yo le quería incluso más que a cualquier padre que hubiera podido tener antes de él. Ya no me quedaban lágrimas apenas con las que llorarle, pero igualmente no pude dejar de sollozar. La oscuridad creciente de la noche me atrapó y no hice nada por evitarlo. Las sombras mecidas por las llamas bailaban a mi alrededor y supe que solo yo era consciente de aquello. Podía sentirlo, cada movimiento tenía su sonido especial y cada estrella su brillo. Algo había despertado en mi interior, una fuerza demasido grande para mi conciencia, que se escapaba de ese plano en medio de aquel dolor. Ahora mi vida estaba completamente arruinada, ya no había nada, solo mi hermano y mis amigas... Una súbita sospecha se desencadeno en mí. Eva y Elena, ellas eran tambien parte del juego, no supe si mi cordura me estaba jugando una mala pasada, pero aquella información me la brindó el asesino.

-¿Qué quieres saber?- dije con todo el desprecio que pude reunir.

Repentinamente se dió la vuelta destapandose la cara y se movió hacia mí. Por fin pude ver algo más que una espalda envuelta en una capa negra. Tendría algo más de veinte años. Sus facciones estaban enmarcadas en un pelo ondulado y rubio, que le cubria la frente. Su boca entreabierta dejaba ver unos dientes blancos y dos enormes y amenazantes colmillos. Su nariz era puntiaguda, pero aún asi no dejaba de resultar perfecta. Conforme se fue acercando a mí, pude reconocer en él unos ojos rojos como rubíes, que parecían estar hechos de la sangre recién derramada de mis padres, en los que no había pupila, o al menos yo no la veía. Sus carnosos labios eran de un color muy fuerte, comparado con su palidisima tez. Sus largas pestañas parecian mover el aire cada vez que entornaba los finos párpados y sus cejas se perdian en un flequillo de rebeldes cascadas de oro y bronce.
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeJue Sep 11, 2008 1:20 pm

Me quede embobada mirandole. Era muy atractivo. Era perfecto, sus ojos, su boca, su... ¡¿Como podía estar pensando eso?! Me regañé a mí misma por solo pensarlo, era increible la forma en que no podía dominarme cuando le miraba. ¡¡No podía fijarme en el asesino de mis padres!!, debía odiarlo y no obstante, esa mirada...

- Todo, lo quiero todo Selena, quiero información, quiero ganar esta proxima y grandiosa batalla, quiero llegar al fondo de este asunto...- susurro cerca de mí, demasiado cerca de mí.- Pero ...- sonrió.- Quiero algo más...

Me cogió y me puso en pie, como si yo no pesara nada. Desato suavemente las finas cuerdas que encarcelaban mis manos, para coloccarlas en sus anchos hombros. Debía huir, pero era incapaz de alejarme un paso, la magia de sus palabras me inundaban el cerebro como nubes de algodon. Rodeó mi cintura con uno de sus brazos, de forma que no podía apenas moverme, ni siquiera para intentar huir. Su otra mano se posó en mi nuca oprimiendome de nuevo el cuello, esta vez un poco más suavemente. Aparté la cara de su mirada penetrante, pero no pude esquivarla, parecía estar en todas partes.

-¿Qué has visto Selena?- Repitió, fijando en mí sus magnificos rubíes. Y esta vez no pude evadirme de el.

- No demasiado: dragones, unos bichos alados, centauros, cristal... cosas sin importancia.- Susurré yo. Había visto mucho más, pero no había perdido la cabeza hasta el punto de confesarle mi mayor secreto, al asesino de mis padres... aún no. Debía recordarlo, debía odiarlo. Pero no podía bajar de la nube y eso no era normal en mí." Y además ni siquiera sabe mi nombre"• dijo una voz en mi cabeza.

Su mirada se tornó ácida y su mano oprimió con más fuerza aún mi cuello. Se acabó, eso era el fin, un poco más de presión y moriría. No habría salvación.

-¿Seguro?- preguntó con un tono muy duro que contra todo pronóstico, me molestó.

- ¡Ya te he dicho todo lo que sé!- Grité exasperada, no aguantaba su incredulidad.- Es lo único que he visto, punto. ¡No hay más!- Por supuesto no era verdad. Pero sabiendo lo bien que solía mentir, me sorprendí a mí misma con escusas baratas y con el tono más elevado de lo normal.¡Oh, por favor!, ni que fuera incapaz de mentirle, justamente a él... no era posible, debía mentirle mejor que a nadie.

Me dirigió una larga mirada enigmática y sonrió siniestramente. Ya me despedía del mundo, cuando sin previo aviso aflojó su letal estrangulamiento y me dejó respirar un momento. Su mano subió hacia mi pelo con un roze suave y masajeante. Me apretó aún más en torno a él, obligando a que mi cuerpo se pegara con el suyo, algo más frío de lo normal. Sentí un cosquilleo y como empezaba a rendirme a él. Pero aún tube fuerzas para intentar impedirlo.

- Para ... por favor- le pedí entre jadeos ahogados.

-¿Por qué?- Preguntó con aquella voz que me aterraba y me encantaba a la vez, mientras me miraba de nuevo con un destello de picardía en sus ojos.- Creo que ya lo he dicho, pero lo repito : lo quiero todo, Selena.

Intenté más que nunca alejarme, huir, llamar a alguien, pero su fuerte abrazo me impedía moverme. Parecía haber crecido de tamaño o eso me pareció, estaba totalmente rodeada por él, no podia ver nada más que sus ojos, su boca, sus fuertes brazos, su pelo... Se me nublaron los sentidos, ya no era dueña de mí misma. Estaba a su merced. Y él lo sabía.

Sentí su frio aliento cerca de mi nuca. Con su lengua rozó el lobulo inferior de mi oreja haciendome estremecer. Sus fríos labios en mi cuello anularon mi razón completamente y deje de respirar por un instante. Me olvidé de quién era y de donde estaba, mi mente se quedo en blanco y finalmente el venció. Su otro brazo escaló por mi cuerpo hasta llegar al cuello, mientras sus labios besaban mis lágrimas.

En lo más profundo de mi conciencia, seguía aterrorizada y me repugnaba horriblemente esa situación. Pero me era imposible hacer cualquier cosa que no fuera desearle. Su hechizo me traspasaba el alma. Atrás habían quedado la sangre y el terror, en ese momento tan solo existia su boca, que poco a poco me llevó al paraiso y más tarde de nuevo al infierno.

Por fin sus labios rozaron los míos, intensa y apasionadamente. Y le respondí el beso con toda la energía de cada celula de mi cuerpo. Él se separó unos escasos milimetros de mí, lo suficiente como para sentirme terriblemente alejada de su cuerpo.

-¿Qué es esto, Selena? ¿No estabas furiosa con el asesino de tus padres? ¿A qué debo este honor, el de ser el primero que bebe de ti?.- Su voz era apenas audible y sin embargo fue como una descarga eléctrica en todo mi cuerpo. Lo sabía, sabía que era mi primer beso.

-¿Tan mal beso?- Pregunté con una nota de preocupación en mi voz. Las otras preguntas en esos momentos carecian de sentido para mí.

Él rió suavemente y volvió a posar sus labios en los míos, con mayor intensidad aún. Su lengua busco entrar en mi boca y una vez allí, la recorrió entera buscando la mía para fundirse con ella en una sola. Fué un beso largo y apasionado, hasta que de repente todo paró.

Abrí los ojos lentamente y pude ver que las velas estaban apagadas y él volvía a estar a mi lado. Pero yo ya no me sentía segura, no me gustaba la oscuridad y aunque estubiera solo en la penumbra, era terrorífico. De repente la temperatura de la habitación había bajado unos cuantos grados. Mi conciencia hizo acto de presencia y volví a ser yo. Todas las imágenes de los minutos anteriores volvieron a mí subitamente y por un momento creí que me iba a morir de verguenza. Dejé rodar algunas lágrimas por mis mejillas. No podía ser cierto. No podía haber besado a el asesino de mis padres, me negaba a creerlo, ¡no estaba tan loca!.

Pero todas mis esperanzas se perdieron cuando él volvió a tocarme, deslizando suavemente las yemas de sus dedos por mi cuello. Me estremecí involuntariamente ante su roce y comprendí, quizás demasiado tarde, que no podía moverme de donde estaba. Sentí el miedo y el deseo debatirse dentro de mí, en una batalla sin claro ganador. Quería irme de allí, olvidarlo todo y no volver a pensar en esa noche nunca más. Pero también quería quedarme, queria volver a besarle...

-...Selena... quiero algo más.- susurró, esta vez no mirandome a los ojos, sino al lugar donde estaban sus dedos. Y tuve un terrible presagio.- Quiero tu sangre.

Emitió un rugido ensordecedor y sus uñas arañaron mi cuello desgarrándolo y haciendome chillar de dolor. Sentí sus labios en mi mutilada piel deslizandose por mi sangre, en cuanto esta comenzo a brotar. Aún no había utilizado los colmillos pero estaba claro que se estaba alimenteando de mi, con avided, con furia... casi con dolor. Pronto me sentí muy débil y no pude sostenerme de pie. Él me estrecho entre sus brazos, para que no cayera y se separó un momento de mi cuello.

-¡Oh, Selena! Sabes increiblemente bien, mejor que nadie a quien hubiera probado antes, y te puedo asegurar que he probado a muchas personas. No me arrepiento de haber jugado un rato. Ha sido emocionante.-No sabía si en su voz habia burla o no. Eso no me hizo sentir mejor.- Es toda una pena tener que matarte tan pronto, creeme, tus labios son una delicia, pero asi es la vida. Y tu sangre es aún mejor recompensa, sin duda.

Me intenté zafar de sus brazos, tiré de su pelo como pude, le dí unas patadas en la espinilla con las fuerzas que me quedaban, pero no sirvió de nada. Ya casi ni noté su voz susurrando en mi oido.

- Puedes alegrarte de que al menos nadie notara tu ausencia. Estas sola Selena, sola.

Esas palabras me causaron un daño que ni yo misma imaginé. De nuevo intenté huir, separarme de él... y esta vez lo conseguí. Me soltó con brusquedad dejandome caer al suelo, con tan mala suerte que me dí contra el pico de la mesa. El impacto fué muy doloroso y al tocar el suelo sentí como un lado de mi cara se estaba cubriendo de sangre. Creo que un grito se desvaneció en mi boca y por unos segundos mi cabeza se desconecto del cuerpo. Unos segundos en los que podria haber escapado, entonces ya era demasiado tarde.

El asesino había estado oteando en la penumbra, con una mirada frenética que no estaba quieta en ningun punto. Pero en ese momento solo se fijó en mí. Se giró bruscamente y me observó con los ojos más rojos y brillantes que nunca. Se pasó la lengua por los labios y mostró sus colmillos con un destello blanco de furia.
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeJue Sep 11, 2008 1:20 pm

Ahora sí que estaba muerta, no había nada que me salvara. Y quizás fuese mejor asi, muerta no causaría más problemas. Cerré los ojos y esperé a que se avalanzara sobre mí y me clavara sus letales colmillos. Pero el tiempo pasaba y él no me había tocado. Oí unos rugidos y abrí los ojos.

Delante de mí había una pelea muy acalorada entre dos...¿bultos?(no veía bien) y el asesino. Este capto mi mirada y se separó a una esquina de la terraza contigua al salón, esquivando zarpazos y bocados hambrientos.

- Nos volveremos a ver Selena. El gran Imárias volvera a por ti.-Y se desvaneció por la ventana de la terraza.

Me quedé mirando al lugar en donde el asesino, llamado Imárias, acababa de desaparecer. Aún no me podía mover de donde estaba, pero ahora volvía a ser dueña de mí. Estaba molida, la sangre seguía cubriendo gran parte de mi cara y me maree al sentirla recorriendo mi piel.

Me convencí de que era una pesadilla y cerré los ojos, pero cuando los volví a abrir las cosas no habían mejorado, es más, habían empeorado. Ahora los "bultos" estaban olfateandome y de vez en cuando lanzaban gruñidos por lo bajo. Al acostrumbrarme a la penumbra pude ver que se trataba de unos lobos enormes, uno marrón claro y otro... ¡¿azul?!. El corazón se me aceleró. ¿Cuántas veces iba a estar apunto de morir esa noche?.

El lobo que no era azul volvió su mirada hacia a mí y me quedé sin respiración. De su pupila emergía una luz cegadora y el resto de sus ojos era negro. Se percató de que estaba despierta y advirtió al lobo azul. Los dos se alejaron un poco de mí y... se volvieron humanos. Eso era demasiado, me estaba volviedo loca, solo faltaba que apareciera un hada y me convertiera en mariposa. Y para suerte de mi salud mental no apareció.

El que había sido el lobo marrón se acercó a mí y se arrodilló a mi lado. Pude ver que se trataba de un chico de unos diecinueve años, de pelo castaño, largo y liso. Pero me llamó más la atención sus ojos, antes de pupila luminosa, ahora verdes. Tan verdes que parecían reflejar en ellos el corazón de una jungla de esmeraldas donde nunca había una tonalidad exacta. Los colores se entremezclaban unos con otros y parecían moverse. No podía dejar de mirarle y olvidé por un momento todo el dolor que sentía para perderme en sus ojos, que me miraban con preocupación.

- ¡Selena! ¿Cómo te encuentras?.- dijo en una voz agradable y risueña. "Genial, otro que no sabe quien soy" pensé amargamente.

- ...Bien...pero...- Hize una mueca de dolor.- me duele... el cuerpo.

Él me siguió mirando con preocupación y se acercó un poco más para obserbar las heridas de mi cuello y mi cabeza. Aunque apenas llegó a rozarme me sentí mucho mejor después de que me examinara. Levantó la cabeza rápidamente y buscó con la mirada a su amigo.

- Rigber, no tiene buena pinta. No creo que le haya mordido pero ha perdido mucha sangre y los cuerpos de sus padres están destrozados. Si hubieramos podido llegar antes...- dijo apenado.

- Chico, no pienses asi. Ya sabes que debíamos encargarnos primero de Chiara. Piensa que si hubieramos llegado más tarde no la abríamos encontrado con vida. Y además, sabes que es a la única víctima de Imárias que hemos encontrado aún viva.- Dijo una voz muy profunda- Me pregunto porqué se ha entretenido tanto, sabiendo que no era el único que buscaba a Selena.

Me dirigió una mirada interrogante y me enrojecí hasta lo ilimitado, pero no contesté. Reflexioné sobre lo que había dicho. ¿Como que me buscaban? ¿Para qué?. Habían pasado muchas cosas y aunque quisiera no podía pensar con claridad, asi que volví a mirar a los ojos del otro. Pero no los encontré en el mismo sitio. Se había acercado mucho y había un minimo espacio entre nosotros, mientras él seguía observando mis heridas. Me dí cuenta de que había dejado de sangrar y ya no me dolía tanto el cuello.

- ¿Quienes sois?- Pregunté tímidamente.
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeJue Sep 11, 2008 1:21 pm

El de los ojos verdes se separó un tanto de mi y me sonrió. Tenía unos dientes perfectos, aunque no tan blancos como los de Imárias. El corazón se me aceleró al pensar en ese nombre, o quizá fuese la proximidad de esos ojos.

- Yo soy Siuly y él es Rigber.- Dijo amablemente, pero también entendió a que me refería a la perfección.- Somos licántropos.

- Licantropos... interesante... ¡¿Qué?! ¡Dios mio! Pero... pero...- Tartamudeé.- ¿ Qué haceis aqui?

- ¡Salvarte, obviamente!.- Rió Siuly.- ¿No te alegras, Selena?

- Más de lo que imaginas. Gracias. Pero... yo no soy Selena.- dije con una voz entrecortada.

Él simplemente se echó a reir. Sacudió la cabeza varias veces sin dejar de sonreir, miró a Rigber y sonrió aún más.

- Selena... si, si que eres Selena.- dijo- Lo que pasa es que estabas acostumbrada a que te llamaran... Lara, ¿verdad?- asentí ligeramente.- Ya, supuse que pasaria. Pero para tu información: te llamas Selena. Seguro que alguien te ha llamado alguna vez asi.

Bueno, que yo recordara, solo me habian llamado Selena, Imarias y... um...¡sí! cierto, había alguien más. Pero debia ser una equivocación. Solo mi hermano me habia llamado Selena en otra ocasión. Pero me limite a pensar que Selena era su novia y que se habia equivocado... Y ahora quizás no fuese asi. Ahora Selena era yo. Un nuevo nombre para una nueva vida, porque la anterior no volveria nunca.

Deje a Siuly seguir examinandome y busqué a Rigber. Vi su mata de pelo azul alejarse cargando unos cuerpos inertes. Se estaba ocupando de mis padres. Sollocé debilmente. No quería ni pensar en como iba a vivir sin ellos. Aún siendo asi, no pude evitar seguir mirando y lamentando lo que había perdido en unos minutos. Sin darme cuenta me puse a llorar. Noté la mano de Siuly levantandome la barbilla para que le mirara a los ojos y su agradable voz susurrando cerca de mi.

- Tranquila Selena, te pondras bien. No te preocupes más. Podría haber sido todo peor, creeme. Pero también es verdad que podriamos haber llegado antes. Lo siento mucho.- Sus ojos estaban humedos y pude ver que aquello le importa de verdad.

Me incorporé como pude y dirigí mi mirada una vez más hacia sus ojos. Una mirada intensa, suplicante, llena de comprensión y de dolor. Por unos momentos, nuestras penas remitieron para dejar paso a una profunda atracción y Siuly, sin perder un segundo, me abrazó con fuerza, con demasiada fuerza. Pero no me importó, quería estar a su lado, junto a él. Así me sentía pretegida y aunque no le conocía apenas, tenía una estraña conexión con él. Apoye mi cabeza en su fuerte hombro y dejé que su presencia me reconfortara.

- No importa, si hubierais llegado antes tampoco les podriais haber salvado. Sus vicios les estaban costando la vida.

Seguimos abrazados un buen rato transmitiendonos apoyo, hasta que Rigber volvió y nos separamos rápidamente. En cuanto dejé de notarlo junto a mí, amansando la tristeza, un sentimiento de inmensa culpa me azotó. Hacia quizá media hora estaba besando a Imárias y ahora, a las primeras de cambio, me sentía atraida por Siuly. Él no se merecía alguien como yo, una persona tan horrible y debil.

- Venga chico, vamonos. Esto es un infierno.- Dijo el recién llegado echando una última ojeada a la casa.

Me sacaron a la terraza y una vez alli, lo dos juntos, pronunciaron una especie de conjuro y desaparecimos de mi casa. Cuando volvimos a tocar tierra, apenas unos segundos después, estabamos en un lugar que nunca olvidaré.
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeJue Sep 11, 2008 1:23 pm

Bueno, pues jeje, espero que os guste y que me digais que os parece y por favor... no hagais caso a las faltas de ortografia!!! jeje nos vemos!!
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeMar Sep 16, 2008 7:04 pm

NOS GUSTARIA QUE NOS DIJERAIS LO QUE OS PARECE Y LAS COSAS QUE TENEMOS MAL, PARA ASI CAMBIAR Y HACERLO LO MEJOR QUE PODAMOS. COMENTADNOS NUESTROS FALLOS, O SI OS HA GUSTADO DECIDNOSLO.
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeMiér Dic 03, 2008 9:19 pm

me ha encantado!! sigue k me habeis dejado con la intriga!! Very Happy
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MensajeTema: Re: Tres mundos   Tres mundos Icon_minitimeVie Dic 05, 2008 6:00 pm

jeje muchas gracias!! Very Happy continuaremos, continuaremos...
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