Suspiros, recuerdos, lágrimas y besos.

Creo que estoy haciendo algo mal, algo que en el mundo normal se considera malo.
Pero es que me recuerda tanto a ti... que no recuerdo que no eres tú.
Y encima me olvido del que tengo a mi lado, que es bueno, me escucha, me ha aguantado y me aguanta todo por estar ahí, a mi lado, me quiere, me respeta y me acepta con todo lo que arrastro.
Sabiendo que aún te quiero y que no estoy contigo porque no estás aquí, (porque da igual si estas en esta vida o la dejaste, deberíamos ser nosotros quienes tendríamos que sufrir por no estar juntos y no hacerle daño y no hacerle sufrir porque sabe que estoy con él porque no estas tú) incluso me abraza y me da ánimos cuando lloro por ti y le hago esto.
Soy una hija de puta con todas las palabras y lo sé.
Sé que tú me dirías que dejara las tonterías, saliese a la calle y me fuese a mi casa de campo para poder respirar tranquilamente y ver la playa, con imperfecciones, sin pureza.
Para poder saber que en la imperfección esta la perfección.
Te echo tanto de menos hecho tanto de menos tus sermones de abuelo-albañil-poeta inspirados en las piedras de la entrada de la playa, ¿te acuerdas?

Cuando menos te lo esperas, cuando todo esta en calma
Como una playa en un día perfecto de verano, con su suave brisa para que el calor sea el preciso. Con el Sol en la cúspide de la felicidad, que parece ser tan clara como el agua de mar.
Justo en ese momento, cuando cierras los ojos para escuchar la ola romper, oyes el estruendo tan armonioso de esa ola que viene a morir a tus pies, es ahí cuando sientes algo dentro de ti se rompe y ya nada esta en su sitio.
Y miras a tu alrededor, al agua clara, casi transparente, al cielo perfectamente azul sin ninguna nube blanca como la nieve, al Sol iluminándote y bronceándote las mejillas y piensas que eres tú quien no esta en el sitio que debes.
Porque todo lo que va viene, todo lo que pasa a tu lado vuelve.
Y ya, nada será como el día perfecto de verano.
No. Nunca.


...


Y me esforcé, se lo prometí, le prometí que intentaría volver a ser la misma persona, que no lloraría si no era en su hombro.
Que le contaría los más indetallables y egoístas sueños con Gabriel, para poder así luchar con el pasado y poder proyectar un futuro.
Pero anoche le fallé.
Anoche lloré desconsoladamente por ti y no le permití que me abrazara ni me besara, le puse excusas tontas.
No se lo creyó.
Nadie se lo creería.
Y también le he fallado esta mañana, al soñar contigo, que estábamos en aquella playa, con el sol radiante, dónde solíamos soñar que nos iríamos para que nadie nos molestase, con arena suave de terciopelo, gaviotas blancas como las nubes esparcidas dibujadas en el cielo azul, reflejo de un agua cristalina.
Aún así aquí estoy, sonriéndole a la única persona que aguanta todo esto y sigue enamorada de mí.
Me pregunto hasta cuando o cuanto soportará. Él me juró que era soportable todo en mí. Y por ahora , incluso ha soportado que le mienta de la manera mas ruin, engañándolo con otra persona, diciéndole que nunca podré quererlo como él me quiere a mí.
Y aún así, aquí esta.
Miré al frente y casi sonreí.
Álvaro me esperaba con la mano tendida hacia mí, y yo, yo la tendí hacia él.
- ¿Estás lista? - Me preguntó, esperando una afirmación, esperando ver en mí a la persona que era.
Y otra vez, como cada mañana, me prometo, intento hacer de mí la persona feliz que fui algún día.
Por mis amigos, todos ellos.
Por mi familia.
Por él.
Por... ti.
Porque se que me estas esperando en esa playa con una sonrisa y tus ojos cerrados, esperando que yo llegue, para abrirlos y contemplar juntos el horizonte.
Y si todo tiene que tener un final, elijo este.
Elijo no tenerte aunque sea en otra persona.
Elijo no ser yo misma y dejarme influir por todos.
Elijo el sol quemándome la espalda, el mar arañándome las rodillas, la molesta arena pegándose a mi piel, elijo las gaviotas volando sobre la playa gris, las nubes ociosas y sin brisa alguna.
Elijo el día imperfecto de verano.
Aunque tu y yo sabemos que nunca podré verlo, porque yo también tendré los ojos cerrados esperando para irme contigo a nuestra playa.



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Son un par de trozos de una historia que me tiene loca, la estoy escribiendo en base a experiencias mias.
Para que la entendais un poco os explico:

Esta relatado en primera persona y la primera parte trata de que le esta siendo infiel a su chico, Álvaro, con un muchacho que se parece a Gabriel (o a ella le recuerda a él, su mejor amigo de toda la vida y su primer amor que murió en un accidente de coche poco tiempo después de confesarse, mutuamente que se querían)

La segunda parte relata de como ella quiere luchar para poder ser feliz con la persona que después de que pasara toda la tragedia, le ayudó y le apoyó sin querer nada más que su compañía.
Pero el roce y la amistad hacen que Álvaro se enamore de ella y ella no soportaría perder a alguién más por no amar a esa persona como ama a Gaby, asi que aprende a quererlo y a necesitarlo.

Es algo muy complicado de entender pero me siento muy liberada al escribir esto, algún día subiré la historia entera... y si tengo fuerzas suficientes incluso puede que suba alguna foto de mi Gabriel y de Álvaro.

es... puff, no tengo palabras..
cuando lo estaba leyendo pensaba: "sera ficcion? porque está contado de manera tan real.." y luego ya he leido lo que dices.. solo una cosa: intenta ser feliz!

Wow. Me gustó