La Orden de Spence Adentrate en los Reinos |
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| .::*Bella Traición*::. | |
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+6zuris16 Rochelle Emily sarah Red Shadow *Lilith* 10 participantes | |
Autor | Mensaje |
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*Lilith* Ninfa
Cantidad de envíos : 31 Fecha de inscripción : 29/02/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Jue Mar 27, 2008 6:13 pm | |
| sarah y Red Shadow! gracias! ahora os dejo otro trozo^^ Besos!!!!!!
Estaba en un inmenso vacío y todo estaba oscuro. Estaba solo, no había nadie más. Todos sus bienes materiales parecían haberse desvanecido. De repente, vio un destello en la oscuridad. Era una diminuta estrella. Sentía la necesidad de acercarse a ella, ahora una paz interior lo inundaba, y sobretodo se sentía muy feliz, pues se estaba acercando cada vez más deprisa a la hermosa estrella. Entonces, paró en seco. Sintió miedo, la paz se había desvanecido seguida de la felicidad. Algo lo retenía de los tobillos. Volvía a la oscuridad, retrocedía todo el camino recorrido. Se volvía a encontrar prisionero en un cuerpo no deseado. Abrió los ojos, y la habitación le recordó todas sus experiencias vividas en su otra vida. Se sentía fuerte, renovado por dentro y por fuera, y una vitalidad que no creía poseer. Pero sin embargo, se quedó ahí, tumbado en suelo, mientras contemplaba la escena. La puerta acababa de abrirse, una bandada de vampiros entró, seguido de otro elegantemente vestido. Este se dirigió a la muchacha, que estaba sentada a unos metros de él. La abrazó con fuerza, y después le cogió el rostro. - ¿Te ha hecho algo? ¿Estás bien? Ella asintió, con una sonrisa. Pero el Duque tenía la mirada fija en el bulto tirado en el suelo. - ¿Qué le has hecho?- preguntó, señalándolo. Richelle también lo miró, pero puso cara de indiferencia. - Oh, ya. Es que me estaba comiendo la cabeza y me contó una historia de que vosotros atacasteis a los aldeanos. Pero no le creí, ya sabes que son mortales y se creen todo lo que les dices, por supuesto cuando creen que estás de su parte- sonrió más ampliamente- Por fin he probado su sangre, pero le he dejado suficiente para que se convirtiera en vampiro, es un buen partido. No podía salir, así que he estado contemplando como la vida poco a poco se le esfumaba y le dolía todo su ser. Mentiras. Todo mentiras. Pensó Lorcan. De un momento a otro los atacaría a todos y podrían escapar los dos del palacio. Pero le sorprendió ver como Richelle tomaba del brazo a su padre, y salían de la torre sin mirar atrás. - Celebremos un baile en tu honor, mi pequeña. Pero no te preocupes, estaremos preparados para cuando ellos vengan a por nosotros. ”Lo siento” era la voz de Richelle, y resonaba en su cabeza. Los vampiros podían comunicarse telepáticamente, se dio cuenta él. “Es lo que debo hacer”. Tenía razón. Eran todo mentiras, pero eran las que ella le había contado. ¿Cómo iba una vampiresa a unirse con unos simples mortales? ¿Y cómo había podido dejarse engañar? Pero daba igual. Aunque él ahora era como los que salían de la habitación, seguía sintiéndose un simple mortal. Les abriría la puerta principal, ya que ella no lo iba ha hacer y ya de paso, la mataría con sus propias manos. Lo había traicionado, pero todo aquello lo satisfacía. En esos momentos, sentía adoración por todo lo malvado y lo oscuro, era hermoso. Sin duda, aquella era una bella traición. Richelle tenía razón: los malditos sentían, pero solo odio. | |
| | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Jue Mar 27, 2008 10:34 pm | |
| ME ENCANTAA!! no me esparaba esa traicion por parte de Richelle para nada me as dejado muda xfavor kontinua pronto y sigue escribiendo asi de bien! besoss!! | |
| | | Emily Esperanza
Cantidad de envíos : 2041 Edad : 31 Ubicación : En el fin del Mundo.. Fecha de inscripción : 16/10/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Sáb Mar 29, 2008 5:34 am | |
| wooo.. Tres palabras: Oh my God ! xD Finalmente se convirtió! quiero saber más sobre ese tal Lay xD Continúa pronto m'hija ! | |
| | | Red Shadow Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 286 Edad : 34 Fecha de inscripción : 13/11/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Dom Mar 30, 2008 4:35 pm | |
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| | | *Lilith* Ninfa
Cantidad de envíos : 31 Fecha de inscripción : 29/02/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Dom Mar 30, 2008 9:41 pm | |
| Y aqui viene mi parte favorita de la historia Me alegro de que os guste ^^ Besos a todasss!!!!! La misma melodía sonaba en todo el salón. Todos bailaban, pero en la sala había más soldados que de costumbre. Richelle estaba sentada en el trono, junto a su padre. Como la noche anterior, se aburría, pero ahora y más que nunca estaba inquieta. Estaba esperando a que Lorcan actuara, le había dejado la vía libre. Le había dicho a su padre, que los mortales entrarían por el jardín trasero y no por la puerta principal. Por eso, el jardín estaba repleto de soldados armados con espadas. Estaba segura, que después de las palabras que había dicho en la habitación, Lorcan las había escuchado y su odio lo movería para hacerlo. La música no duró mucho. Los soldados comenzaron a moverse de un lado para otro, al igual que el gentío, estaba asustado. Lorcan lo había hecho. El duque se puso en pie, alarmado. Richelle aprovechó la ocasión. - Padre, sé la verdadera historia. Y también que me has estado mintiendo. El Duque la miró, con los ojos muy abiertos. - ¿Cómo has dicho? - Me has estado mintiendo- repitió- ¿Por qué? ¿Tenías miedo de que supiera que tú fuiste el que mató a mamá? Ella no sabía ese detalle, pero al parecer dio en el clavo. Se acercó a ella y alzó el brazo por encima de su cabeza. El golpe la dejó descolocada. Ya era suficiente, tenía que salir de allí lo antes posible. Se tocó la mejilla malherida y miró a su padre con lágrimas en los ojos. - Por eso estabas tan enfadado aquella noche: tu sed de sangre no podía soportar a una simple mortal y después de ella, fuiste a por los demás… y por mí. El Duque volvió a alzar con odio, pero justo en ese momento, la puerta del salón se abrió. Hombres y mujeres con ropa desgastada y llenos de suciedad entraron. Parecían gente humilde, pero a pesar de eso, iban armados con estacas. Un hombre iba en cabeza, junto a Lorcan. Ambos tenían rasgos muy parecidos, se notaba que era su padre. Lorcan se quedó paralizado al ver a Richelle en el suelo, y al Duque con la mano alzada frente a su cara, pero sin atreverse a tocar la fina piel de su hija. Se dio cuenta de que la traición de Richelle, era todo una mentira para los suyos, para ayudarle. Le estaría eternamente agradecido. No perdió más tiempo. Se corrió hacia ellos, y separó al Duque de su hija de un empujón. El hombre no se había percatado de que los pueblerinos habían entrado en la mansión. Habían comenzado a luchar, y él se quedó contemplando la escena, intentando comprender como no había hecho nada. Aprovechando la ocasión de confusión, Lorcan cogió a Richelle de la mano y se internaron entre la multitud que estaba enzarzada en una eterna lucha. Tenían que evitarlos, y más de una vez intentaron atacarlos, pero Lorcan siempre los apartaba del medio. Ya estaban llegando a la puerta de salida, pero Richelle notó que tiraban de su vestido y la apartaban de Lorcan. La giraron bruscamente, sus ojos se clavaron en una mirada felina, de exquisita belleza. - Tú… ¡traidora! - su voz era apenas un susurro, pero estaba repleta de odio. Fue entonces cuando ella se dio cuenta de que era un vampiro la que la cogía con fuerza. - Yo mismo acabaré contigo… no mereces seguir siendo una de nosotros. Sacó unos colmillos inmensos, y Richelle tuvo miedo. Si era mordida por otro vampiro, podría desaparecer para siempre. No estaría viva, ni tampoco muerta. Simplemente, se esfumaría. Pero alguien golpeó al vampiro en la cabeza, que cayó al suelo. La cogieron de la mano y corrió. De nuevo Lorcan le había salvado la vida. Pero ahora, mientras escapaban, parecía que todos los vampiros tenían puestos los pensamientos en ella, no les atacaban, no la miraban, pero le transmitían una sola idea: “Traidora… traidora…” Aquello le estaba volviendo loca. Estaba haciendo lo correcto, ¿o no? Ahora dudaba de todo aquellos. Había creído en las palabras de un humano, pero, ¿y si la estaba utilizando para escapar y para por fin vengarse de una vez por todas? Sin embargo, allí estaba, cogida de su mano, escapando del lugar donde se había crecido. Se dio cuenta de que ya habían salido del Gran Salón y corrían entre los pasillos de la mansión. Volvió la cabeza un instante, y vio a tres o cuatro soldados que corrían tras ellos a una considerable distancia. Lo que más le impactó fue ver a su padre en cabeza de todos ellos, dando órdenes de matarlos. Al doblar una esquina, ella tiró de Lorcan y se escondieron en un recoveco entre un armario y la pared. Se quedaron muy cerca, y Lorcan miró a los ojos a la chica. Le acarició la mejilla, con tanta dulzura. - Sabía que no me fallarías. Richelle sonrió. - Nunca lo haría…- la sonrisa se le borró de golpe- pero, ¿y tú? Lorcan la miró serio, y la sonrisa también desapareció de su rostro. El Duque y los soldados pasaron de largo sin percatarse de su presencia. Esperaron un momento, hasta que dejaron de escuchar los pasos. Lorcan se asomó, y al comprobar que no había nadie, salió del escondite. Richelle le siguió y con un tirón se puso correctamente la falda del vestido, ceñuda. - ¿A qué te refieres con lo que me acabas de decir? - Creo que lo sabes perfectamente, Lorcan.- le reprochó ella. Lorcan la miró sorprendido. - ¿De verdad crees que te he estado utilizando? Richelle cruzó los brazos, satisfecha de que por lo menos se dignara a confesarlo. - No puedo creerlo- continuó Lorcan, contrariado- después de lo que hemos pasado juntos ¿crees que yo…?- sacudió la cabeza, rendido- ¿No te fías de mí? - Ahora mismo no sé de quien fiarme. ¿No te das cuenta de que me han estado mintiendo todo este tiempo? ¿Por qué todo lo que me has dicho tiene que ser una excepción? El chico la miró con ojos tristes, pero Richelle no dudó en decir estas palabras. - No puedo confiar en ti, Lorcan. Ni tampoco en mi padre. Estoy sola, de hecho, siempre lo he estado. - De repente, su instinto se puso en alerta. Había escuchado la voz de su padre muy cerca. Los soldados habían dado media vuelta. Miró a Lorcan, que había adoptado la misma posición de alarma. Este se dio la vuelta y miró a través de la cristalera que daba al jardín. - Vamos- le susurró él, tendiéndole la mano. Richelle dudó en si cogerla o no. Pero se dio cuenta de que en ese momento, ambos tenían una misión en común: escapar. No importaba si después la traicionaba, ya se había acostumbrado. Además, podía arreglárselas sola. Cogió la mano de Lorcan, y este asintió, sabiendo las intenciones de la chica. Salieron al exterior, pero se pararon en lo alto de la escalera. El jardín estaba compuesto por un enorme laberinto de piedra envejecida, envuelta por enredaderas y musgo. Debían cruzarla para llegar a la otra escalera que daba al bosque. Lorcan se volvió hacía ella. - ¿Lo has cruzado alguna vez? - Sí, hace mucho tiempo. Pero creo recordar el camino... Bajaron las escaleras y llegaron y comenzaron a caminar entre los pasillos del laberinto. Pronto escucharon las voces de los soldados, y la mano de Richelle se puso más rígida. - ¡Corre! Mientras corrían, Richelle escuchó un grito desgarrador. Se vio a sí misma corriendo por ese mismo laberinto, huyendo de algo, tal y como hacía en ese momento. Pero, ¿de donde había salido ese recuerdo olvidado? Sentían cada vez más cerca de los soldados, pero ya estaban cerca. Al girar una esquina, ahogó un esbozo de terror. Había manchas de sangre por toda la pared de piedra, y eso le despertó algo de aquel vago recuerdo. Lorcan se volvió un momento, pero vio que estaba perfectamente, excepto la expresión de su cara. Una flecha rozó el rostro de Richelle, pero se clavó en la pared de piedra. Aunque no era conveniente mirar hacia atrás, lo hizo. Vio que los humanos habían alcanzado a su padre y los demás soldados. Era una buena distracción para que Lorcan y ella escaparan de allí. Su padre estaba allí, luchando, pero sin perder un instante en intentar alcanzarla. ¿Por qué? ¿Por qué realmente la quería o por que no estaba dispuesto a que alguien de su misma especie se uniera al enemigo? No pudo evitarlo: estaba preocupada por él. Le había mentido, pero lo quisiera o no, se trataba de su padre. Subieron una de las enormes escalinatas, y Richelle volvió a recordar aquel extraño recuerdo, pero ahora solo veía sangre… su sangre y sobre todo, miedo. No pudo evitar que una lágrima le resbalara por la mejilla, e intentó olvidarlo. Pero al asomarse por la barandilla y contemplar la escena que se desarrollaba abajo, en el laberinto, las lágrimas volvieron a sus ojos tristes. Se volvió hacia el chico, que lo contemplaba todo conmocionado. - Hay que hacer algo, Lorcan. Él se giró bruscamente. Parecía como si lo hubieran despertado de un sueño. Le sorprendió ver de nuevo los ojos de Richelle llenos de lágrimas. La cogió por la barbilla y le secó las lágrimas con los pulgares. - Creo que sé como llamar su atención- continuó la chica. Lorcan la miró, confuso. Pero aún así sus ojos brillaban. Estaban a unos cuantos metros de la libertad, y ellos se quedaban allí a intentar salvar lo perdido. Entonces, Richelle sonrió, pese a la tristeza que sentía, sabía lo que tenían que hacer para llamar su atención y susurró muy bajo: - Así demostraré al mundo, que los malditos también sabemos amar… Se acercó, muy despacio a los labios de Lorcan, y los rozó levemente con los suyos, hasta que finalmente los besó con suavidad. | |
| | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Dom Mar 30, 2008 11:45 pm | |
| Ooooh q bonitooo me encanta esta historiaa siguela pronto!! | |
| | | Red Shadow Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 286 Edad : 34 Fecha de inscripción : 13/11/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Lun Mar 31, 2008 4:48 pm | |
| Q boniiiiiitoooooooooooo Me encanta!!! Ya se que lo he dicho muchas veces pero es que me encanta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Sigue pronto que esta fenomenal!! | |
| | | *Lilith* Ninfa
Cantidad de envíos : 31 Fecha de inscripción : 29/02/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Lun Mar 31, 2008 10:20 pm | |
| Ey chicas!!! no os hago esperar mas XDD aqui teneis otro trocillo. Por que me da la impresion de que soy la unica que sigue colgando aqui su historia?? Bueno, es igual, porque tengo los mejores comentarios^^ jaja Besos!!!!! El Duque Ballencourt apartó de sí al humano de un empujón y miró a lo alto de la escalinata. No podía creerlo… su hija… estaba con… Lanzó un furioso rugido a los cuatro vientos y luego se deslizó como una sombra, subiendo los escalones de uno en uno, aunque la fuerza de sus pisadas hacía retumbar el suelo que se extendía metros allá. Todos los demás lo siguieron, incluidos los humanos, que subieron por la otra escalinata. Lorcan se separó de Richelle con los ojos cerrados, anhelando ya su tocar. Ella tenía razón: los vampiros también podían amar. Lástima que se hubiera dado cuenta demasiado tarde. Cuando abrió los ojos, se vio rodeado por humanos y vampiros, que ambos los miraban con furia contenida, y por supuesto el Duque, que estaba unos pasos delante de los demás con la espalda ligeramente encogida. Lorcan abrazó a Richelle para protegerla. En ese momento, habría dado todo por ella, pero, ¿la chica pensaba lo mismo? Vale, el plan de Richelle había funcionado, las dos razas habían dejado de pelear o al menos por el momento. Pero, ¿lo había besado por el plan o por qué de verdad lo sentía? Aunque esas palabras que le había dicho antes de besarlo. “Así demostraré al mundo, que los malditos también sabemos amar”. No podía quitárselas de la cabeza, no sabía si creerlas o no. La voz del Duque le devolvió a la realidad. - Suéltala- murmuró el Duque con rabia contenida. Lorcan la apretó más contra sí. Ella se volvió a mirar a su padre, con los ojos aún llorosos. Pero sus se dirigieron a un punto en el suelo que le llamó aún más la atención. Ante los pies del Duque, frente a la barandilla, había una cruz roja muy simple, pero que le hizo recordar algunas cosas. Recordó porque corría aquella noche por el laberinto, porque huía de alguien… Todas aquellas imágenes volvieron a aparecer en su cabeza aunque ya estuvieran demasiado alejados. Volvió a mirar a su padre, pero no a los ojos, ese sería su peor error. No lo miraba directamente, y aún así sentía su profunda mirada clavada en ella. El Duque sonrió. - Ya lo has recordado todo sobre aquella noche o al menos la parte que te incumbe- su voz sonaba divertida, como si estuviera contando un chiste muy gracioso. Richelle no lo escuchó, o al menos intentó no hacerlo. Le parecía extraño que ningún humano no dijera ni hiciera nada contra el Duque. Pero aunque estuvieran justo detrás, sabía que su padre había utilizado su poder contra ellos, tan solo por mirarlo a los ojos. Ahora estaban bajo su voluntad, harían lo que el Duque les ordenara, pero de momento estaban muy quietos en su sitio. Deseó que Lorcan no lo hiciera, que no le mirara a los ojos porque entonces, sí estarían totalmente perdidos. Pero fue demasiado tarde. Sintió los brazos del chico alrededor de su cuerpo mucho más rígidos. La chica alzó la cabeza y lo miró a los ojos, pero estos estaban perdidos, observando a la nada. - Acércate, Lorcan.- susurró el Duque, haciendo un gesto con el dedo. Lorcan la soltó, y contempló impotente como se acercó poco a poco al Duque, que sonreía de pura satisfacción. Pero no podía echar todo a perder, tenía detenerlo, sea como sea- Corrió hasta Lorcan y tiró de sus brazos, le gritaba que despertara, lo empujaba, pero era mucho más fuerte que ella, él seguía caminando sin percatarse de que ella estaba allí. Richelle se quedó muy quieta, sin saber que hacer. Se acabó, pensó, estaban simplemente acabados, ya no había nada que hacer. El Duque cogió a Lorcan por el cuello, mientras una estaca le aparecía en la mano y la ponía muy cerca de su muerto corazón. Richelle no se movió, no quiso y de hecho no podía. Los ojos de su padre se reflejaban sus ojos. Volvió a sentir esa sensación de pánico, estaba esperando a que su padre hablara, pero decidió adelantarse, solo quería formularle una simple pregunta: - ¿Por qué? El Duque abrió los ojos, sorprendido. - ¿Por qué que? Él esperaba otro tipo de respuesta, algo con esa estúpida noche en que cometió aquella terrible masacre. Pero… - ¿Por qué me estás haciendo esto a mí? Él sonrió, y ladeó la cabeza como si la respuesta fuera obvia. - Porque no quiero que te hagan daño. Richelle soltó una soltó una carcajada sarcástica, que sonó como la más bella melodía, pero no era una sonrisa feliz. - Pero, ¿no te das cuenta de que el daño me lo estás causando tú? No pudo evitar mirar a Lorcan con angustia. Si le llegara a ocurrir algo… - Richelle- le suplicó su padre- Todo esto es por tu bien. Aquí estás a salvo y no con ellos. Te has pasado al bando perdedor. - ¡No! Me he pasado al bando de los que intentan buscar justicia. Tú acabaste con muchos de sus seres queridos. - Muchos de sus seres queridos, que ahora están matando ellos mismos con sus propias manos- replicó con calma el Duque. Richelle calló. De alguna forma, tenía razón. Estaban luchando contra vampiros, con antiguas personas que antes pertenecían a sus propias familias, y los estaban matando. Ya no sabía en lo que creer. Bueno, en realidad sí, creía en una sola cosa. Volvió a mirar a Lorcan, con esa mirada ausente, y deseó que estuviera en el estado que estuviera, no escuchara las palabras que ella iba a decir. Suspiró hondo. - Padre, creo que le amo…- dijo sin apartar la mirada del chico. - Estás cometiendo un error, Richelle.-le advirtió él, aunque su voz se ablandó- Pero si esa es tu decisión… adelante, eres libre. Apartó la estaca del pecho de Lorcan, y lo empujó hacia ella, que lo cogió por suerte. Apartó la estaca del pecho de Lorcan, y lo empujó hacia ella, que lo cogió por suerte. En ese momento, todos parecieron despertar del hechizo. Los humanos parecieron tirarse a la vez a por sus enemigos, y Richelle ya no pudo ver a su padre, que se perdió entre la multitud. No creía que se hubiera rendido tan pronto. La había dejado libre. Notó como tiraban de su mano, volvió el cuello con rigidez para ver quien la llamaba. Cuando sus ojos oscuros se encontraron con los azules de Lorcan, pareció despertar de su estado de shock. - Marchémonos, Richelle. Ella dudó. Su padre iba a morir si no hacía nada, pero por otro lado… Cogió su mano, y ambos salieron directos hacia el camino del bosque. | |
| | | Red Shadow Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 286 Edad : 34 Fecha de inscripción : 13/11/2007
| | | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Mar Abr 01, 2008 4:23 pm | |
| vais a decir ke soy una pesada pero ME ENCANTA esta historia sigue colgandola!! besos a todas | |
| | | *Lilith* Ninfa
Cantidad de envíos : 31 Fecha de inscripción : 29/02/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Mar Abr 01, 2008 4:37 pm | |
| Holaaa!!! Red Shadow, a ver si alguien mas se anima a continuar con su historia XDD Y Sarah, me encanta que te encante, y eso hace que me encante mas este foro por vuestros encantadores comentarios! (dejadme, me he hecho un lio yo sola U.U") Aqui os dejo un mini trozo! Besos a todas!^^
Richelle corría junto a Lorcan, pero no podía evitar mirar hacia atrás, donde se estaba desencadenando toda la batalla. Entonces, volvió a escuchar la voz de su padre junto al oído. Estaba acostumbrada a que él le hablara de esa forma, pero esta vez, la sobresaltó. “Todo el mundo comete locuras por amor. Yo cometí una, que le costó la vida a tu madre. Amar a una persona es un error del que tienes que aprender, Richelle” La voz del Duque denotaba algo que a Richelle aun se lo había mostrado, tristeza, y eso le extrañó. No sabía muy bien lo que significaban sus palabras, pero intentaría averiguarlo. Cuando menos se lo esperó, Lorcan se detuvo en seco, y la chica chocó contra él. Recobró la compostura, y miró a su alrededor. Estaban en el claro de un bosque, donde había unas cinco tiendas acampadas en la húmeda hierva. A Richelle se le empañaron los ojos de la emoción. Se volvió hacia Lorcan, sonriente. - ¿Se acabó? Lorcan asintió, también sonriendo. La chica pegó un grito de alegría y se tiró a sus brazos. | |
| | | Red Shadow Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 286 Edad : 34 Fecha de inscripción : 13/11/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Miér Abr 02, 2008 4:49 pm | |
| Jooo que cortito... Jeje, sigue estando genial, pon mas pronto!!
Ah, parece que alguien mas se ha animado a colgar su historia, pero aparte de ti, nadie las continua... | |
| | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Miér Abr 02, 2008 6:10 pm | |
| esta muy bien! pero no kuelgues trozos tan pekeños ke me kedo kon ganas de mas,,, besos! | |
| | | zuris16 Ninfa
Cantidad de envíos : 30 Edad : 39 Fecha de inscripción : 28/03/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Jue Abr 03, 2008 1:27 pm | |
| niña me lo estoy leyendo uando lo termine te pongo super comentario , pero viendo q es de vampiros mmmmmmmmm me piertde, has leido algun libro de stepanie meyer, estan muy bien a mi me encantan | |
| | | *Lilith* Ninfa
Cantidad de envíos : 31 Fecha de inscripción : 29/02/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Dom Abr 06, 2008 11:06 pm | |
| Hola chicas!!! Venga, aqui teneis un trozo bastante grande jaja, siento no haber colgado antes Ah! zuris 16: leetelo cuando quieras!^^ claro que me he leido los de Stephanie Meyer!! Unos de mis libros favoritos*.* Alguna de aqui esta tambien en el foro de crepusculo?? Pues nada, aqui os lo dejo^^ Besos!!! Pero de repente, sintió una sensación de angustia. Se separó de Lorcan unos centímetros, y se apoyó en sus antebrazos. Si los soltaba podría caer al suelo. No podía ser. No había sentido aquella sensación de mareo desde que ella… estaba viva. Lorcan gritaba su nombre, pero ella no escuchaba su voz. Todo a su alrededor se desvanecía, incluido ella. Entonces, solo pudo ver oscuridad. Y la pesadilla retornó a ella, desde lo más hondo de su mente. Escuchó un grito desde la habitación de sus padres. Retiró las sábanas de de su enorme cama con dosel y salió al pasillo para ver que ocurría. Estaba todo muy oscuro, no se veía nada, a excepción de una luz de la puerta del final del pasillo, la habitación de sus padres. Escuchaba pequeños gritos de una mujer agonizando. Decidió asomarse, a pesar de temer lo que podía encontrarse dentro de la habitación. Retiró la puerta blanca, que crujió y la escena era mucho peor de lo que imaginaba. Las sábanas blancas de la cama estaban tintadas de sangre, y su madre estaba en la cama, con ojos sin vida. Pero aquello no era lo peor. Su padre estaba agachado junto a la yugular de la mujer. ¿Qué estaba haciendo? ¿Le estaba mordiendo? Richelle no pudo soportarlo más, aunque le costara la vida, haría algo por su madre, si no era demasiado tarde. Con lágrimas en los ojos se lanzó contra su padre e intentó retirarlo.- - ¡No! ¡Basta, padre! ¡No! Pero era demasiado fuerte. La miró como si fuera una mosca que le incordiaba, pero pronto pasó a mirarla con saciedad. Aquel monstruo ya no era su padre. Era el asesino de su madre, llevaba su sangre por todo su cuerpo. Se lanzó de nuevo contra él, pero esta vez con intención de hacerle daño, no le importaba si corría la misma suerte que su madre, ahora no le importaba nada, solo venganza. Pero el Duque soltó una carcajada y de un manotazo la tiró hacía atrás, y se pegó contra la puerta. Richelle intentó incorporarse, y se tocó la frente con la palma de su mano que se le cubrió de sangre. Escuchó un gruñido y miró directamente a su padre… o al monstruo con el cuerpo de su padre. Su rostro estaba contrariado y la miraba con mucha más saciedad, como si estuviera muy hambriento. Richelle por fin fue consciente del verdadero peligro que corría. No podía enfrentarse a él, ni tampoco quedarse allí parada. Solo tenía una salida: huir Se levantó del suelo despacio y con precaución, sin retirar la vista del monstruo y retrocedió unos pasos hasta quedar en el pasillo. Comenzó a correr por los pasillos del enorme palacio lo más deprisa que le daban sus flojuchas piernas, con el monstruo a unos pocos metros de ella. Sabía que podía alcanzarla en cualquier momento, pero era como si estuviera jugando con ella. | |
| | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Dom Abr 06, 2008 11:42 pm | |
| esta muy bien Lilith!! pero eres malaa ck no pones trozos mas grandes sigue colgando pronto y besos!! | |
| | | Red Shadow Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 286 Edad : 34 Fecha de inscripción : 13/11/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Lun Abr 07, 2008 4:20 pm | |
| Estoy completamente de acuerdo con sarah, eres malaaa Jaja, pon trozos mas grandes, que nos tienes en ascuas! Esta fenomenal, sigue asi! | |
| | | *Lilith* Ninfa
Cantidad de envíos : 31 Fecha de inscripción : 29/02/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Lun Abr 07, 2008 4:32 pm | |
| Buenooooooooooooo, valeXD pero solo por vosotras, y porque esta semana no he podido casi actualizar jaja aqui teneis un trozo mas grande!! Besos!!!^^ ***** Lorcan la sacudió con todas sus fuerzas, la chica no paraba de decir palabras sin sentido en esa especie de trance. Era como si tuviera una pesadilla, pero ¿no se suponía que los vampiros no podían soñar? De repente, ella gritó y abrió sus ojos negros de par en par. Se incorporó rápidamente, y cogió a Lorcan de los antebrazos con fuerza, muy alterada. - Ya lo recuerdo… Lorcan, ¡Ya lo recuerdo! Él la miró extrañado. ¿A qué se refería? Richelle al ver su expresión de duda, se lo explicó correctamente. - Recuerdo el momento de mi conversión-su voz se apagó de pronto, recordando todo el miedo que sintió esa noche. Miró a su alrededor. Estaban en una tienda, que no tenía muebles, solo una cama de paja en la que ella estaba tumbada. Todo estaba en penumbra, si no llegara a ser por unas velas que estaban a su alrededor, en el suelo. Richelle se volvió hacia Lorcan. - ¿Se ha hecho de día? - No, pero está a punto de amanecer. Aún así nos quedan unas pocas horas para que podamos salir. A Richelle no se le escapó ese “podamos”. Al fin y al cabo, él también era ahora un vampiro, pero él sí conocía como se convirtió, en cambio ella hasta ese momento…. no. - Están a punto de venir… si han sobrevivido. - ¿Quiénes van a venir?-preguntó ella. - Pues nuestro grupo, Richelle. Estamos en nuestro campamento provisional -Lorcan… me sabe mal decirte esto, pero…-por fin le iba a decir lo que pensaba- ¿Qué se supone que vas a hacer ahora? Eres un vampiro, no eres como ellos. Él la miró, dolido. Pero le dio la espalda y se levantó de su lado. Se estaba haciendo el duro, pero tenía que aceptar la verdad, le gustase o no. Desde la entrada de la tienda y aun de espaldas le contestó con desdén. - Me quedaré con ellos, no tengo a donde ir, ya que tú no te fías de mí. Richelle cerró los ojos, cansada. ¿Por qué le tendría que haber dicho esas palabras tan crueles antes de salir al jardín? Se había dejado llevar por el pánico y naturalmente, en ese momento creía que no podía fiarse de nadie. Pero después de todo, sabía que sí podía confiar en él. La voz de Lorcan le interrumpió los pensamientos. - ¿Y de verdad me amas o se lo dijiste a tu padre para llamar su atención, igual que el beso que me diste? Ella no contestó, no tenía nada que decir. Tal vez fuera lo mejor para los dos. Escucharon muchas voces fuera y pasos. Los dos miraron a la puerta. Los supervivientes ya habían llegado. Lorcan salió de la tienda, sin mirar atrás, y Richelle se levantó, no tardó en salir tras él. Ya empezaba a clarear, pero aún la luna estaba fuera. La chica vio a unos doce hombres y mujeres, sucios y heridos, que avanzaban con dificultad. Lay, el amigo de Lorcan, iba entre ellos, pero no vio al padre de Lorcan. Mujeres, niños y ancianos fueron a recibirlos, felices de que hubieran regresado sus seres queridos. Vio a Lorcan abrazar a varias personas allí. Ella se quedó apartada de la multitud, sola. Tal vez Lorcan tenía razón. Él pertenecía a una familia, pero ¿a ella que le quedaba? Nada, absolutamente nada. Estaba sola. No podía encajar en aquel lugar, con Lorcan; y su padre… no sabía que le había sucedido, pero no pensaba regresar con él. Se acercó un poco a la multitud, y todos la dejaron pasar con expresión de admiración y odio. Se puso al lado de Lorcan y Lay. - ¿Qué ha pasado?-preguntó con un hilo de voz. Lay se quedó pensativo en si contárselo o no. Ese chico siempre a la defensiva. Al final decidió que la vampira debía saberlo. - Hemos conseguido una gran victoria. Nos hemos cargado a casi todos los vampiros, pero el Duque Ballencourt se escapó. Dio gusto ver el palacio vacío de esos chupasangres. Muchos de los nuestros murieron, pero su muerte valió la pena. Richelle y Lorcan intentaron asimilar la nueva información. Al fin, el joven reaccionó. - Y… ¿dónde está mi padre? Lay sonrió. - Fue con unos cuantos hombres más tras el Duque. No regresarán hasta que den con él. Richelle buscó la mano de Lorcan, en busca de consuelo, y este la agarró con fuerza. No podía negar que no estaba preocupada por su padre, a pesar de lo que le hizo durante tanto tiempo. A Lay no se le pasó por alto ese detalle. - Lorcan, ¿cómo eres capaz de proteger a la hija de tu enemigo? No te entiendo. Ella le soltó la mano rápidamente y agachó la cabeza, un tanto ruborizada. Pero para su sorpresa, Lorcan replicó. - Ella nos ha ayudado, tal y como acordamos. No tienes que tener nada contra ella. - Pero ella es un vampiro, ¡debe morir igual que han hecho los demás! Richelle se fue apartando de ambos hasta quedar de nuevo aislada. Estaba claro que aquel no era su sitio. No podía quedarse allí más tiempo. . Sus voces discutiendo la estaban torturando. No podía dejar que a él le pasara algo por defenderla Retrocedió más pasos, hasta quedar cerca del camino. No podía quedarse con Lorcan por mucho que lo deseara. Solo tenía un sitio a donde ir. Dio media vuelta y se internó en la oscuridad del bosque, no sin antes mirar por última vez a Lorcan. - Por favor, Lay, tranquilízate. No pienso haceros nada. - Eres un vampiro… esa es tu naturaleza, hacer el mal. Recibió un empujón, pero no consiguió moverlo del sitio, ahora tenía una fuerza increíble, no había visto a otros vampiros tener tanta resistencia como él tenía ahora. Lay se quedó mirándolo fijamente, con una mezcla entre odio y fascinación. - Lo siento, pero Richelle y yo nos quedamos aquí. Buscaremos al Duque y acabaremos con los últimos vampiros que queden.-susurró, sin apenas mover los labios. Lay pareció despertar de su ensimismamiento, y sonrió con picardía - No entiendo como puedes protegerla si ella ni siquiera está aquí. Lorcan iba a replicar, cuando se percató del significado de aquellas palabras. Pero si ella estaba a su lado… se volvió, pero ella no estaba allí. Miró a su alrededor, no había ni una mera sombra de que Richelle hubiera estado allí. Su mirada se detuvo en el camino de salida del campamento, estaba impasible. La risa de Lay resonó en sus oídos, pero él no se volvió. No podía creer que lo estuviera traicionando, igual que Richelle, se había marchado. Tal vez ella tuviera razón, aquel ya no era su hogar. - Lorcan, ¿no me digas que te has enamorado de ella?-preguntó burlonamente. Lorcan no respondió, pero su expresión confirmaba la respuesta, y Lay se percató de ello. Sintió algo duro en un costado. - ¿Por qué haces esto, Lay? Eras mi amigo. Lay clavó más la estaca en su costado, pero vacilaba. - Eres un monstruo, no eres el amigo que recuerdo.- le contestó con odio. De un tirón, le dio la vuelta. Cara a cara. Ahora la estaca estaba muy cerca del corazón de Lorcan. Éste sonrió tristemente y algo cansado. - ¿De verdad eres capaz de hacerlo? ¿Eres capaz de matarme con tu propia estaca? Lay dudó. Aflojó la presión del pecho de Lorcan, y su expresión se suavizó. Pero sus ojos seguían mirándolo con esa expresión que Lorcan no creía poder soportar por mucho más tiempo. - Márchate- sentenció Lay. Dio media vuelta y comenzó a avanzar hacia las tiendas, con pasos largos. “Lo siento” le dijo Lorcan mentalmente. Lay se paró, pero no se giró para mirarlo. Después continuó avanzando. Lorcan salió corriendo hacia el bosque. Mientras pasaba entre los árboles y ramas, escuchó la voz de Lay en su mente: “Búscala, Lorcan. Ella te necesita mucho más que yo” Tenía razón. No sabía donde se había ido Richelle, pero juró que la encontraría. Una luminosa luz iluminó el cielo. Por fin amanecía. | |
| | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Lun Abr 07, 2008 4:46 pm | |
| Lilith tengo ke volver a decirlo? Me encanta! peroo donde va a ir Richelle si ya no tiene casa?¿ siguelo pronto y gracias por poner trozos grandes!xD besoss | |
| | | Red Shadow Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 286 Edad : 34 Fecha de inscripción : 13/11/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Mar Abr 08, 2008 5:39 pm | |
| Wow!!!! No se como consigues que cada vez me guste mas, en serio, es increible!!!!! Muchas gracias por este trozo mas grande | |
| | | zuris16 Ninfa
Cantidad de envíos : 30 Edad : 39 Fecha de inscripción : 28/03/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Vie Abr 11, 2008 2:55 pm | |
| niña me lo he leido todo de un tiron y lo es es aun mas fuerte me has enganchado, por cierto quisera hblar contigo por menserger o por telefono para proponerte una cosa.
te gustaria editar un libro con tu historia,busco a gente que que desee ser escritora,
ya te dire si es que quieres y sigue
pdta: tienes madera para ello creeme | |
| | | *Lilith* Ninfa
Cantidad de envíos : 31 Fecha de inscripción : 29/02/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Sáb Abr 12, 2008 11:51 am | |
| - zuris16 escribió:
- niña me lo he leido todo de un tiron y lo es es aun mas fuerte me has enganchado, por cierto quisera hblar contigo por menserger o por telefono para proponerte una cosa.
te gustaria editar un libro con tu historia,busco a gente que que desee ser escritora,
ya te dire si es que quieres y sigue
pdta: tienes madera para ello creeme *____* Muchisisisimas graciasss!!*__* Claro que me gustaria publicar mi historiaa! Aqui tienes mi msn: anyk_smile_@hotmail.com Jo, que iluuuu!jaja En fin ya hablamos, ok??? Porque tengo que decirte algunas cosas... Y a las demas, muchas gracias por seguir comentando, aqui os dejo un trozo!!^^ Besos! ** Cayó de rodillas en el suelo de mármol, para coger fuerzas. Por poco no había llegado, la luz del sol ya inundaba gran parte del cielo, menos mal que estaba cerca. No había ni una sola vela encendida en el Gran Salón y todas las pesadas cortinas de terciopelo echadas, estaba todo oscuro. Aunque, es allí a donde pertenecía: a la oscuridad. Era su hogar, el único lugar donde podía estar segura. Un tímido rayo de sol se coló por debajo de la cortina, y ella, añoró sentirlo en su piel. Pero no solo la luz. También coger el aire puro de la mañana, correr descalza por encima de la hierba húmeda. En realidad, echaba de menos vivir una vida que le había sido arrebatada. Se puso a pensar en todas las cosas que podría haber echo si aquella noche, su padre no la hubiera convertido en vampiro: podría haberse marchado a vivir al campo lejos de tanto lujo, tendría ganado y un campo donde cultivar todos sus progresos, incluso podría haberse casado con algún joven y tener un lindo niño… pero ahora su vida, no estaba echa para el campo, ni para tener marido. Su vida estaba destinada a la soledad y a la oscuridad total. Vio un espejo colgado en la pared, y se acercó a él, lentamente. Su reflejo era casi irreconocible. Aun llevaba el vestido de gala de la noche anterior, un poco desgarrado y sucio, y los mechones de pelo negro caían de su recogido medio deshecho. Se tocó los ojos con las manos. Los tenía rojos de llorar. Odiaba esa imagen, no le gustaba nada de ella: ni su traje, ni su recogido… nada. Aquello no reflejaba como era ella de verdad. Se soltó el pelo que cayó por sus delicados hombros, y comenzó a desgarrarse el vestido, quitándole las mangas y los montones de capas que tenía, hasta quedarse con una fina tela blanca. Parecía como si fuera en camisón, pero no le importaba. Su nuevo aspecto le daba un toque más salvaje y libre. Ya no estaba atada a nada, ni a su padre y la corte, ni a Lorcan, ni a aquella casa. Era libre. Volvió a mirarse en el espejo, y se rió por primera vez en mucho tiempo, de su aspecto, de tener libertad. Comenzó a dar vueltas por todo el salón, riendo y con los brazos abiertos, como si esperara que de un momento a otro comenzaría a volar. Le parecía algo estúpido, pero era felicidad lo que sentía en ese momento, y tenía que expulsarlo de la forma que fuera. Entonces, se detuvo. Había visto algo en la pared. Se paró ante ella, y entrecerró los ojos. El elegante papel de la pared, estaba desgarrado. Debajo podía ver algo color rojo, pero no era otro desgastado papel, parecía más bien pintura. Richelle dudó, pero finalmente, tiró un poco del papel. Dejó a descubierto una cruz roja. Se quedó pasmada. Tiró un poco más, desgarrando casi por completo todo el papel de la pared. Miró horrorizada la pared que tenía delante, incluso las lágrimas salieron de sus ojos. Unas palabras lejanas le vinieron a la cabeza: “Una cruz por cada una de mis víctimas”, esas palabras que su padre le había dicho antes de que ella muriera. Pero allí no había solo una cruz… habían cientos de ellas. Se acercó a otra pared, desesperada, y arrancó más papel de esta, dejando al descubierto muchas más. Debajo de cada una, habían escritos nombres, pero estaba claro que no lo dibujaron con pintura, aquello era sangre, la sangre de cada una de los asesinatos de su padre. Aquello era como un cementerio común. No pudo soportar estar en esa habitación mucho más tiempo, y aunque no podía salir al exterior, subió al piso de arriba para comprobar algo. Se paró de golpe. Era el mismo pasillo oscuro, la misma luz de una vela detrás de una puerta blanca entreabierta, un extraño ruido. Se acercó a esta de nuevo, temiendo lo peor, pero cuando se abrió con un crujido, en la lujosa habitación no había nadie. ¿Se lo habría imaginado? Sin embargo, la vela si estaba encendida y creía haber escuchado ruidos. Sus ojos quedaron fijos en la enorme cama. No podía quitarse de la cabeza aquella horrible escena su madre inerte sobre esa misma cama y su padre cubierto de su sangre. Miró el cabezal de la cama y vio aquella cruz que había contemplado otras veces, pero que hasta hace poco no sabía su significado. Su padre había marcado el lugar de la muerte de su madre, pero no ponía nombre, igual que en su cruz. Se sentó en el borde de la cama, y esta vez sí, se puso a llorar por todo… por todas las muertes, por todas las traiciones de esas dos noches, por su madre, por Lorcan. Se miró las manos, desconsolada. Al menos ella no era un monstruo. No había probado la sangre de ningún ser humano, pero ¿cuánto tiempo podía aguantar así? ¿Se convertiría en un monstruo como su padre? Escuchó un ruido tras ella, y se quedó muy quieta en la cama. - Ojala pudiera llorar como lo haces tú. A mí las lágrimas se me agotaron mucho tiempo atrás. Aquella voz conocida, no podía ser… Se volvió despacio, temiendo mirar la figura que se recortaba en la oscuridad. Aquel hombre no parecía el mismo que la noche anterior vestía con sus elegantes galas y su evidente atractivo. Ahora estaba sucio y demacrado, tenía manchas de sangre por sus ropajes y sus ojos parecían contener una tristeza que para Richelle hasta aquel momento le era invisible. Ahora no parecía un monstruo, sino un humilde hombre. Richelle le siguió con la mirada hasta que se sentó a su lado, en la cama, pero ella se apartó un poco de él y miró de nuevo la cruz del cabezal. - Richelle…-la voz del Duque era mucho más dulce, incluso paternal, pero no se dejó engañar. Le envolvió una de sus delicadas manos con las suyas, pero ella la retiró rápidamente. El solo pensar que podría tocarla con las mismas manos que habían acabado con la vida del ser que más quería. - Richelle… lo siento, yo… Se levantó rápidamente de la cama y se quedó de espaldas a él. - Ya no quiero oírlo otra vez, son todo un montón de mentiras. - Déjame al menos contarte lo que pasó hace diez años en esta misma habitación y en este mismo palacio. Richelle iba a negarse de nuevo, sentía ganas de salir corriendo de allí, pero no lo hizo. Se secó las lágrimas con la palma de sus manos, y se giró para mirarlo. - ¿Puedo preguntarte lo que sea?-preguntó ella. El Duque asintió. - Sí, siempre que sepa la respuesta. - ¿Por qué puedo sentir cosas, llorar, amar, odiar…? ¿No se supone que estoy muerta? No era la pregunta que esperaba hacerle, pero tenía que empezar por algo. | |
| | | zuris16 Ninfa
Cantidad de envíos : 30 Edad : 39 Fecha de inscripción : 28/03/2008
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Sáb Abr 12, 2008 2:54 pm | |
| niña ya te agregue y me gusa mucho la histroa de verdad, un vampiro arrepentido ¿que ironia ? y lorcan en donde narices esta y por q no a llegado al castillo !dios! de verdad ya es horaaaaaaaaaaaaaaa de saberllooooooooooooooooooo | |
| | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. Sáb Abr 12, 2008 3:53 pm | |
| esta muy bien!! lo ke vas a kontar es la historia de como murio su madre?¿ continua pronto xfaa besos!! | |
| | | sarah Miembro de la Orden
Cantidad de envíos : 257 Edad : 31 Ubicación : Los Reinos Fecha de inscripción : 28/12/2007
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| Tema: Re: .::*Bella Traición*::. | |
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| | | | .::*Bella Traición*::. | |
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